La figura del entrenador y el preparador físico es una pieza importante dentro de un club. Ramón Marcote es uno de esos técnicos con gran bagaje en el futbol a pesar de su juventud. El técnico gallego dejo su Galicia natal para desarrollar su trabajo por Madrid , con un paréntesis por Asia en el Kedah FA y Coruña en el Montañeros. Ha pasado por grandes clubs como el Atlético de Madrid o el AD Alcorcón, pero todo empezó por los colegios de CEE (Coruña). Hoy nos cuenta como ha sido hasta ahora su experiencia y sus conocimientos.
¿Cuándo empezó Ramón a disfrutar de los banquillos?
La verdad es que la pasión por dirigir nació muy pronto en mí. Cuando jugaba era imposible que permaneciera callado, siempre estaba hablando y organizando a los demás. Organizaba equipos y partidos con los amigos, establecía normas etc.
Cuando comencé a estudiar INEF ya lo tenía más claro todavía. Dirigir grupos, tanto en el ámbito educativo como en el deportivo era mi camino. Fue con 17 años cuando empecé a entrenar equipos en la escuela municipal de Fútbol de mi pueblo, en Cee, La Coruña (desde benjamines hasta cadetes, incluidos equipos femeninos).
En el 2001, recién acabada la carrera de INEF la vida me llevó a trabajar como profesor de Educación Física para la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Fue allí donde tuve la oportunidad y enrolarme en la Escuela del Atlético de Madrid.
Ahí donde comenzó una vida dedicada al fútbol desempeñando diferentes roles, desde preparador físico, segundo entrenador, entrenador, coordinador, Supervisor, Metodología, scout etc. En el Atlético de Madrid mi techo en el campo fue el Atlético de Madrid B como ayudante técnico y preparador físico.
Luego he tenido otras experiencias en segunda división B como primer entrenador como en el Montañeros de La Coruña. En el extranjero he trabajado como primer entrenador en la Superliga de Malasia.
¿Hubo alguien que te marco el camino hacia el banquillo?
No tuve a nadie que me empujara, nadie en especial en realidad, el juego siempre estuvo dentro de mí por lo que considero que fue algo totalmente vocacional.
Como todos los niños mi sueño era llegar a ser futbolista profesional, y cuando eso ya estuvo claro que no pasaría siempre supe que trataría de conseguir continuar en este deporte desde los banquillos sin ponerme ningún límite.
De pequeño el Real Madrid de la Quinta del Buitre me enganchó definitivamente al fútbol. Aquellos jugadores, Butragueño, Martín Vázquez, Michel, … Eran de otra galaxia. Luego la llegada de Cruyff y su estilo de juego hicieron que me enamorará de un fútbol que no habíamos visto en España. Ese fútbol que todos soñábamos jugar él lo hizo posible.
¿Cómo fueron tus primeros pasos?
Me imagino que como el de la mayoría de los que no hemos sido futbolistas de élite. Mientras continuaba jugando en categorías amateurs comencé a colaborar en la escuela municipal de mi pueblo con equipos de fútbol sala (chicas y chicos de todas las categorías), una etapa que recuerdo con especial cariño.
Recuerdo también participar como entrenador jugador en torneos 24 h, torneos de fútbol playa etc. De todo un poco. Al finalizar INEF comencé a darle otra orientación a lo de estar en los banquillos.
La primera gran oportunidad fue en la Escuela de Fútbol del Atlético de Madrid donde formé parte del equipo de preparadores físicos. Ahí realmente comenzó todo hacia el profesionalismo.
¿Cómo recuerdas tu etapa de formación para el título de entrenador?
La recuerdo con mucho cariño. Los compañeros, el tiempo y experiencias compartidas tienen un valor incalculable. Los dos primeros niveles los hice en Toledo.
El nivel dos lo pude hacer aprovechando que no podía entrenar al haber sufrido una rotura tendón de Aquiles en un entrenamiento con los veteranos del Atlético de Madrid.
El nivel 3 lo hice en una primera fase en Ciudad Real y la fase intensiva en Albacete, el año que ganamos el mundial. Fue una etapa maravillosa que recuerdo con mucho cariño.
Además, son muchos los compañeros de esa promoción que están teniendo brillante carreras en el fútbol profesional y futbol base.
¿Por qué equipos del futbol base has desarrollado tu carrera?
Atlético de Madrid: Fundamentalmente crecí como técnico en el Atlético de Madrid donde estuve en dos etapas, más de doce años allí. Escuela de Atlético de Madrid en todas las categorías base, y la Academia de Rendimiento (Cadetes, juvenil Nacional, Juvenil División de Honor, ATM 3º y 2ª B).
En el 2016 regresé al Atlético en la coordinación deportiva, en el departamento de metodología y realizando la supervisión del técnico-táctica de cadetes e infantiles y la supervisión de la preparación física del juvenil División de Honor y del segundo equipo en 2ºB.
Montañeros de la Coruña: Entrené al Juvenil Nacional y al equipo senior en 2º B.
Alcorcón SAD: dos temporadas en 3º división.
¿Cómo valoras tu etapa en el futbol base?
Lo que he vivido es algo impagable. Además, en mi caso lo he podido vivir principalmente en el futbol base profesional en un gran club. Para mí no solo fue un verdadero máster futbolístico que complementó mi formación universitaria, sino que,además fue un máster de vida.
Toni Muñoz y Carlos Cascallana me dieron la oportunidad en el Atlético de Madrid y les estaré eternamente agradecido. Luego vino todo lo demás.
He podido dirigir a grandes futbolistas (Roberto Jiménez, De egea, Oliver Torres, Manquillo, Rubén Pérez, Ignacio Camacho, Lucas Hernández, Saúl, Chema Rodríguez etc.), jugadores de altísimo nivel hoy en día.
Es un orgullo verlos triunfar y sentir que de alguna manera en algo he contribuido para que esos niños hayan cumplido su sueño. He podido dirigir jugadores de todas las nacionalidades y culturas, he trabajado con reconocidos profesionales (Tony Muñoz, Carlos Cascallana, José María Amorrortu etc.) he trabajado con grandes compañeros, hoy en día técnicos muy reconocidos, y he viajado por multitud de países.
Un sueño hecho realidad que conlleva al mismo tiempo mucho trabajo y responsabilidad.
El futbol base me ha permitido conocer lo mejor y lo peor de este deporte, lo mejor y lo peor de las personas que están dentro y de las que están por fuera. Pero al final está el fútbol, el futbolista y tu trabajo, que para mí, es lo verdaderamente importante. El futbol de verdad.
Al trabajar en diferentes clubs como el Atlético de Madrid o AD Alcorcón ¿Ves que hay diferencia a la hora de valorar esta etapa del futbol base?
El futbol base del Atlético de Madrid está muy consolidado desde hace muchos años. Su dimensión siempre le ha permitido ser el segundo o el primer equipo en poder elegir jugadores (en la pelea con el Real Madrid), además siempre ha tenido recursos más que suficientes para reclutar jugadores nacionales e internacionales que aumentaban la competencia y la exigencia para el jugador.
Los objetivos siempre estuvieron muy claros, formar jugadores para llegar al fútbol profesional (para el propio club o para su venta). Reclutamiento de jugadores de primer nivel y formación de primer nivel para llegar a la élite.
En mi etapa en el Alcorcón, aunque ya el club ya estaba en segunda división, todavía era un club en crecimiento y desarrollo. En nuestro primer año profesionalizamos el segundo equipo, y las categorías inferiores estaban intentando consolidarse en los mejores niveles competitivos.
La idea era la misma que en el Atlético de Madrid, formar jugadores que pudieran progresar hasta el primer equipo, la diferencia es que en el Alcorcón todo estaba aún por construir. Menor potencial el jugador, menos infraestructuras, menos equipamiento, etc., un plan de formación todavía en definición.
Muchas dificultades a la hora de reclutar jugadores para el fútbol base, ya que por aquel entonces otros clubes como Rayo Vallecano, y Getafe además de Real Madrid y Atlético estaban siempre muy por delante y eran preferenciales para los jóvenes talentos.
Por decirlo de alguna manera el Alcorcón tenía que esperar a ver que es lo que hacían los demás. Es verdad que en aquella época el club estaba totalmente centrado en consolidar al Alcorcón en la liga profesional. Ahora ha crecido y está mejor posicionado en el fútbol base.
¿Qué es para Ramón lo más importante de esta etapa?
El niño y sus particularidades y la profesionalidad del club. El niño necesita verdaderos profesionales que le ayuden a progresar. Pensar en él, no olvidarse de que a pesar de las habilidades que pueda tener no deja de ser un niño.
Debemos hacerle sentir que el fútbol sigue siendo un juego, y potenciar todos los valores del propio juego. Esto será la mejor herramienta de adherencia. Si lo hacemos feliz y si progresa permanecerá y persistirá.
Somos los responsables de que ame el fútbol y seremos los culpables si deja de hacerlo. Si lo ama, pondrá pasión en lo que hace y si pone pasión dará lo mejor de si mismo siempre.
Estaremos contribuyendo no solo a formar un futbolista, estaremos contribuyendo a formar una persona con valores, con fortaleza y con sensibilidad para la sociedad.
Desde el punto de los técnicos debemos ser capaces de ver más allá del presente, ser capaces de identificar el potencial del niño, contribuir a desarrollarlo y no evaluar únicamente por el nivel de rendimiento actual. Desarrollar su potencial de acuerdo a su momento evolutivo y madurativo, no apresurarnos demasiado, tener paciencia con él.
¿Cómo ve la preparación física en los clubs por donde has pasado?
Como comentaba anteriormente en el Atlético de Madrid todo estaba más consolidado. El departamento de preparación física tenía un modelo claro que evolucionaba año a año. Fuimos de las primeras canteras en tener un preparador físico por equipo y de los primeros en instaurar la figura del Readaptador Deportivo.
Los grandes cambios aparecían con la alternancia en la dirección deportiva. Según las “creencias y mitos” de cada director deportivo la preparación física adquiría más o menos protagonismo.
El fútbol necesita la preparación física, no es posible obviarla (proteger y retrasar la aparición de la lesión y aumentar el rendimiento son dos de las razones de peso). El como hacerlo es lo que puede ser discutido, aunque en España parece que ya estamos empezando a superar esta problemática.
En el Alcorcón el modelo metodológico estaba en proceso de construcción por lo que cada preparador físico tenía libertad para desarrollar su modelo bajo la supervisión de la coordinación.
Mi estancia en Asía fue la más impactante para mí desde el punto de vista de la preparación física. Siguen utilizando modelos muy descontextualizados, no tienen en cuenta los esfuerzos específicos del juego y el control de las cargas brilla por su ausencia. La llegada a estos países de preparadores físicos europeos está cambiando esta situación.
¿Cómo fue el paso al futbol senior?
Un paso natural. En aquella época en la cantera del Atlético de Madrid promocionar sucedía por decisión de club, por promoción del cuerpo técnico o por la solicitud de un técnico de un equipo superior. Después de 3 temporadas en el club tuve la oportunidad de unirme al segundo filial en la tercera división madrileña.
Luego ya llegó el primer filial en segunda B. Dentro del Atlético de Madrid, el único gran cambio fue la mayor repercusión mediática del filial en segunda B y la proximidad con el primer equipo. En la temporada 2006-07 establecimos un contacto muy cercano con Javier Aguirre y su cuerpo técnico.
El resto era prácticamente todo igual dado que el 80% de la plantilla eran jugadores con los que habíamos trabajado en etapas anteriores. La dinámica de una cantera suele ser similar en todas las etapas hasta el equipo filial.
El gran impacto para mí sucedió cuando tuve la oportunidad de dirigir al Montañeros de la Coruña en segunda B. Un Club pequeño, con una organización y recursos muy básicos en una situación económica y deportiva muy complicada y con una plantilla con jugadores que en algún caso me superaba en edad y que muchos de ellos habían tenido un muy buen recorrido en el fútbol profesional.
Este tipo de contexto era totalmente nuevo para mí. Todo un reto con 35 años, un verdadero aprendizaje. Puedo decir que fue la primera vez que realmente sentí la presión de la responsabilidad de la posición, dado que era consciente de todos aquellos jugadores, muchos de ellos en el ocaso de su carrera se jugaban muchas cosas. Fue difícil pero apasionante. Guardo un gran recuerdo de todo lo que viví en aquel equipo.
Ganar un campeonato en otro país, competir con 95000 personas en el estadio y sentir la presión de todo un país cuando las cosan no van del todo bien son experiencias que te enriquecen y te fortalecen para cuando llegue el próximo reto.
¿En qué proyecto está embarcado actualmente Ramón?
Ahora mismo y desde mi último regreso de Asia me tome un año para pasar más tiempo con mis niños y la familia. Al mismo tiempo estoy intentando finalizar la Tesis Doctoral (se me resiste, no es fácil encontrar tiempo).
Sigo buscando un nuevo proyecto en el que trabajar, Futbol base o profesional, siempre abierto a todo. Mientras tanto he retomado mi labor como docente.
¿En qué basa Ramón sus entrenamientos?
Cuando es posible intento construir un equipo protagonista, un equipo que tenga la iniciativa, un equipo ofensivo pero que domine lo mejor posible todos los momentos del juego.
Ser versátil y ser capaz de adaptarse al club y a las características de los jugadores que tienes considero que es fundamental.
En el entrenamiento soy cercano, pero al mismo tiempo trato de ser exigente e intenso. Intento generar en el jugador la presión que puede encontrarse en el juego. Crearles experiencias exigentes en el entrenamiento que provoquen un recuerdo que el jugador pueda rescatar en competición para dar solución a una situación de juego.
Mi metodología está influenciada por diferentes modelos, como el modelo estructurado y la periodización táctica pero también incluye trabajos específicos individuales, preparación física integrada y contextualizada y también trabajos condicionales analíticos de compensación o refuerzo.
Considero que cada metodología puede ayudar al equipo y al jugador en el momento oportuno y en la dosis adecuada.
¿Crees que la psicología es un punto importante tanto en el futbol base como en el senior?
La figura del psicólogo deportivo está ya totalmente instaurada en el futbol profesional senior y de base. En el fútbol profesional es una herramienta de gran ayuda para el entrenador a la hora de gestionar presiones, situaciones clave, reconducción de comportamientos y actitudes etc. Para el jugador un gran recurso a nivel personal y deportivo.
El Psicólogo deportivo debe atender y ayudar al jugador a nivel individual, al jugador dentro del grupo, al grupo y al técnico en relación a todos ellos. El propio día a día dictará los momentos de intervención y las propias necesidades. Todos deben percibir que estará ahí cuando sientan la necesidad de recurrir a él.
En el futbol base de élite es una figura fundamental. En mi opinión, cada club, cada escuela de fútbol debería tener un departamento de psicología deportiva o al menos la figura del psicólogo deportivo, especialista en fútbol.
Yo he tenido la oportunidad de trabajar en dos etapas en el Atlético de Madrid, más de 12 años allí, en todas las categorías, desde benjamín hasta el segundo equipo y me ha dado tiempo a vivir experiencias de todo tipo. El equipo de psicólogos era fundamental, su trabajo diario era encomiable, no solo con los jugadores, sino con los entrenadores.
No debemos de olvidarnos de que los jugadores siguen siendo niños y lo más importante debería ser que sigan mejorando, a la par que disfrutando y amando el fútbol, lo que es totalmente compatible con competir y en algunos casos ganar (sobre todo cuando estás en un club de élite); son muchos los que se olvidan de esta parte (aunque la mencionan con un micrófono delante).
Estoy seguro de que muchos chicos no hubieran progresado si no hubiera sido por ese gran equipo de psicólogos. En un gran club, las dificultades que deben afrontar los niños desde muy pequeños son de gran envergadura. Están expuestos a altas exigencias y presiones, (de los propios clubes, de los entrenadores, de los padres, de los agentes deportivos, de los amigos…), las expectativas siempre son altas a nivel deportivo, en algunas ocasiones el “futuro” familiar depende de la progresión del chico etc.
Además, no debemos olvidar que los niños siguen teniendo las responsabilidades de todos los niños, responder académicamente. A todo esto, debemos añadir que, como todas las personas, sufren dificultades familiares o tragedias de algún tipo, pero en su escenario particular todo se magnifica por la auto-presión, por la presión de los demás, por la exigencia propia y externa por las propias expectativas y por las expectativas de los otros.
Es un ambiente más difícil de gestionar de lo que nos pudiera parecer. La exigencia de pertenecer a un club profesional es así de alta, los modelos de selección, formación y criba son como son (aunque afortunadamente van cambiando poco a poco).
En el fútbol base de clubes amateurs la realidad no es muy distinta. Los chicos siguen enfrentándose a situaciones similares “a veces magnificada” por las exigencias y comportamientos de los padres y por técnicos y/o dirigentes que, aunque aún poniendo toda su disponibilidad y su buena intención carecen de la formación necesaria para garantizar un correcto desarrollo psico-socio-afectivo, deportivo y futbolístico del niño. (Afortunadamente en el fútbol amateur son cada vez más los dirigentes y técnicos con buena formación).
Esto está sucediendo en muchos casos en el futbol base, muchos niños-jugadores mejoran “per sé”, a pesar de la mala intervención con ellos. Esto es así porque “hagas lo que hagas con ellos”, van a mejorar. El problema es que en este proceso “a ciegas” se está hipotecando la progresión y el futuro del niño al no respetar los principios del entrenamiento y los procesos de formación futbolística.
¿Qué objetivos tienes a corto plazo?
Como te comentaba desde mi regreso de Asia no he encontrado un proyecto al que unirme, pero estoy deseando hacerlo. Mi perfil abarca diferentes funciones y estoy abierto a todas ellas.
España es bastante complicado sobre todo para tomar la decisión de cambiar de ciudad con una familia detrás. Pero la pasión por este deporte es tan grande que espero que llegue una buena oportunidad muy pronto.
Asia siempre es una opción, mis dos años en Malasia fueron sin duda la mejor experiencia de mi vida por lo que no me importaría volver a un país que me trató muy bien.
¿Qué es para Ramón el Futbolverdadero?
Para mí el fútbol verdadero es el que nace de la pasión, en el que se pone todo el corazón y que desborda de ilusión. El fútbol verdadero es aquel que te emociona, independientemente de si es profesional o amateur, de formación o de ocio.
El fútbol verdadero es aquel en el que no importa el nombre de los jugadores, ni el nombre del equipo ni el lugar donde se juega. El fútbol verdadero es aquel en el que lo que importa es el juego. El fútbol es fútbol en cualquier sitio, solo es necesario amar el juego y disfrutar de cada segundo.
El fútbol más verdadero que yo recuerdo haber vivido fueron los partidos del recreo en el cole. Dos piedras eran las porterías, cada jugador era “arbitro” (respetado), cada equipo tenía un líder, un jugador al que proteger y un honor que defender. Cada partido era la final de la copa del mundo, y cada día estabas deseando que llegasen esos 30 minutos, los minutos más importantes del día.
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